El responsable de la Unidad de Negociación de Aranceles y Normativas Regulatorias en la DG Comercio de la Comisión Europea, Fernando Perreau de Pinninck, hizo un repaso de las condiciones que se están desarrollando en la negociación del acuerdo durante el Almuerzo-Coloquio del Comité Español de la LECE celebrado en Barcelona el pasado 9 de mayo.

La UE y los Estados Unidos deben aprovechar el momento actual para llegar a un nuevo acuerdo de Libre Comercio suficientemente importante. Ambas economías deben prepararse para poder defender sus intereses conjuntamente ante el nuevo orden económico mundial que estará dominado por Asia y el Pacífico en los próximos decenios. Aunque haya ciertos obstáculos, el responsable de la Unidad de Negociación de Aranceles y Normativas Regulatorias en la DG Comercio de la Comisión Europea, Fernando Perreau de Pinninck, considera que el nuevo Acuerdo Transatlántico sobre Comercio e Inversión con los EE.UU. es posible. Además, ciertas lineas rojas como la sanidad pública, la protección de la vida privada y la soberanía reglamentaria están protegidas en el proceso de negociación.

El objetivo es que se consiga un acuerdo más amplio que los anteriores, y que se haga de igual a igual. La UE, dijo Perreau de Pinninck en el último Almuerzo-Coloquio del Comité Español de la LECE, tiene claro que cabe negociar con su primer socio. Ambas economías suman casi la mitad del PIB internacional, y el 30% del comercio internacional. Cada día hay un flujo bilateral entre la UE y los EE.UU. de bienes y servicios de 2.000 millones de euros. Geoestratégicamente también es importante. En cuanto a la reglamentación, si se llega a una convergencia entre ambos países, se puede evitar una fragmentación reglamentaria mundial, ante la posibilidad que en un futuro no muy lejano China e India regulen por su cuenta.

Hay ciertas críticas desde Europa por el supuesto desequilibrio negociador en favor de los Estados Unidos, o por si el acuerdo favorecería a unos estados miembro de la UE más que a otros. También algunos han levantado la voz ante el enorme poder de los ‘lobbies’ americanos, o considerando que se reducirá el espacio de maniobra de la UE en la economía internacional.

En la UE se tiene claro que habrá algunas demandas de los Estados Unidos que no se podrán aceptar, porque son lineas rojas para Europa innegociables. Los obstáculos actuales están en ciertos productos y servicios, como los del sector agrícola y de la alimentación, el ámbito de la sanidad pública establecida en Europa, o el sector audiovisual. También cabe superar temas vinculados a la contratación pública, y de diferencias en ciertas normativas.

Aunque haya ciertos riesgos, Fernando Perreau de Pinnink informó que la Comisión Europea cree que es un acuerdo suficientemente importante y con unos beneficios reales en el contexto económico global actual. La misma Comisión lo ratifica en su página en Internet especialmente preparada para ello (Ver link aquí).

El acto se realizó en colaboración con el Círculo Ecuestre, y fue presentado por el presidente del Comité Español de la LECE, Carles A. Gasòliba.