9 julio, 2015

Conferencia con Joaquín Almunia: Debemos mantener a Grecia en la Eurozona, pero no a cualquier precio. Con la Unión Económica y Monetaria nos va el futuro.

Todos debemos trabajar para que Grecia se quede en la Eurozona. Bruselas, Frankfurt y Berlín se pueden haber equivocado, pero Grecia está como está por los errores de sus distintos políticos y gobiernos desde que empezó su democracia en los años setenta. El actual Gobierno griego debe entender las exigencias de los miembros de la Eurozona, porque serán en gran parte los que les prestarán el dinero para devolver su deuda. A esta situación se le suman otros elementos que hacen extremadamente necesario el compromiso para rehacer y consolidar la Unión Económica y Monetaria. Ahí nos va el futuro.

Estas fueron algunas de las reflexiones del ex-vicepresidente de la Comisión Europea, y responsable de Asuntos Económicos y de Competencia, Joaquín Almunia, en el acto organizado por el Comité Español de la LECE, la asociación Barcelona Centre Financer y la Bolsa de Barcelona el pasado 6 de julio en Barcelona.

Si Grecia sale del Euro, la puerta de salida quedará abierta para países que deban salir o que quieran irse. Se debe mantener la integridad de la Eurozona y evitar la quiebra de la Unión Económica y Monetaria (UEM). El ex-miembro de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, puso un gran énfasis en los esfuerzos necesarios desde todos los ámbitos para remontar la construcción de la UEM y su consolidación. El entorno es complejo, pero hay vías de salida. Eso sí, no a cualquier precio.

Aunque programada desde hace tiempo, la conferencia celebrada en la Bolsa de Barcelona coincidió con el resultado del No en el referendum de Grecia sobre las negociaciones de ese país con la Unión Europea (UE). Para Almunia, los problemas de liquidez y las condiciones que puedan poner a Grecia el resto de miembros de la Eurozona son las consecuencias inmediatas de ese resultado. En paralelo, el ex-miembro de la Comisión Europea remarcó que Grecia deberá ceder mucho por sus errores propios del pasado.

La situación griega, dijo Joaquín Almunia, no sólo viene de los posibles errores de Bruselas, Frankfurt o Berlín. Grecia está como está por culpa de los políticos griegos desde el inicio de su democracia moderna. Cuando empezó la crisis global en 2007, la capacidad de reacción de los políticos griegos estaba difícilmente a la altura de lo necesario. Las negociaciones con la UE eran complejas, y ya empezó a quebrarse la confianza mutua. Con el préstamo que recibieron de 250.000 millones de euros aún no se había solucionado nada, excepto cierto inicio de crecimiento hasta 2014 con el Gobierno del Pasok y Nueva Democracia.

Ahora, serán los gobiernos de los países de la Eurozona los que darán 36.000 de los 50.000 millones de Euros que debe devolver Grecia. Esto implica la previa aprobación en los parlamentos de esos países. Debemos saber, indicó Joaquín Almunia, si el Gobierno griego camina pensando en las decisiones y condiciones que ñuedan exigir los estados de la Eurozona para que les presten ese dinero. Además, las tensiones de liquidez continuarán en los bancos giregos. Ante la insolvencia de los bancos, el Banco Central Europeo (BCE) no puede jurídicamente prestar liquidez. El Supervisor Bancario Único es quien determina la solvencia.

Detrás de esta situación político-económica, afirmó Almunia, está el drama social de los once millones de ciudadanos griegos. Hay pensionistas que no llegan a final de mes, niños con dificultades, un sistema sanitario complejo, entre muchas otras cosas.

La Unión Económica y Monetaria

El antiguo responsable de Asuntos Económicos y de Competencia de la Comisión cree que cabe completar definitivamente la construcción de la Unión Económica y Monetaria porque, confirmó, ahí nos va el futuro.

Ahora, con una sola tormenta la UEM se convierte en poco habitable. Joaquín Almunia cree que se puede completar. Está escrito y ratificado por el Informe de los Cinco Presidentes recientemente aprobado. Así, la Comisión, el Parlamento Europeo, el BCE, la Cumbre del Euro y el Eurogrupo se han comprometido desde el máximo nivel.

Para ello cabe trabajar en una Unión Económica con reformas estructurales comunes que permita converger en niveles de competitividad y productividad. En la Unión Fiscal, se deberán compartir más riesgos de los que se comparten ahora. Ahí están abiertos los temas de mecanismos comunes de estabilidad, de un futuro Fondo Monetario Europeo que pueda llegar a un Tesoro Europeo único. Sobre la Unión Bancaria, hay que avanzar más para llegar a una verdadera Unión Financiera.

De momento, la economía de la Eurozona mejora, pero aún no hay una recuperación sólida. A la crisis con Grecia se le deben añadir otros aspectos. La economía global no crece como antes -los casos visibles están en los Estados Unidos y en los países emergentes. Las inversiones no implican crecimiento, porque hay cierta desconfianza. El Plan Junker tendrá resultados más a medio que a corto plazo. Está también el riesgo de la salida de Gran Bretaña de la UE. En este tema, Joaquín Almunia confía en la mayoría absoluta de los Conservadores. El primer ministro británico, David Cameron, se ve ahora más fuerte para defender un Si en el referendum para seguir en la UE. Otro riesgo está en los conflictos próximos que se viven alrededor de la UE.

Almunia considera que del compromiso político institucional que ya existe debe pasarse, finalmente, al compromiso político de los propios electores.

El acto fue presentado por el presidente de la Bolsa de Barcelona i vicepresidente de Barcelona Centre Financer Europeu, Joan Hortalà. La ponente fue glosada por el presidente del Comité Español de la LECE, Carles A. Gasòliba.

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