5 octubre, 2009

Almuerzo Coloquio en Madrid con Anders Rönquist, Embajador de Suecia en España: Si no se aprueba el Tratado de Lisboa deberemos conformarnos con el Tratado de Niza. No existe un Plan B

De momento en Irlanda ha ganado el Sí al Tratado de Lisboa. Aparentemente, Polonia deberá seguir la estela irlandesa, y solamente quedará la aprobación de la República Checa, cuyo presidente, Vaclav Klaus, parece esperar lo que dicten los euroescépticos británicos.

 En este contexto, la Presidencia de Suecia de la Unión Europea espera terminar su mandato este 2009 con la ratificación del Tratado. Su embajador en España, Anders Rönquist, recordó que sin Lisboa solamente queda mantener el Tratado de Niza. Rönquist fue el invitado en el almuerzo-coloquio del Comité Español de la LECE celebrado el pasado 29 de septiembre en Madrid.

La conferencia del embajador de Suecia en España, Anders Rönquist, intuía el resultado positivo del referéndum irlandés a favor del Tratado de Lisboa cinco días después. Así, el Embajador sueco afirmó que se cree posible que durante la presidencia de la UE de su país se ratifique en Noviembre de este año el nuevo texto regulatorio del proceder de la Unión. De todos modos, aún queda por ver qué harán Polonia, que se comprometió a ratificar el tratado si ganaba el Sí en Irlanda, y la República Checa, cuyo presidente, Vaclav Klaus, parece esperar alguna indicación del líder de la oposición británica, el conservador David Cameron. Es por ello que Anders Rönquist afirmó en el almuerzo-coloquio del Comité Español de la LECE celebrado en Madrid el pasado 29 de septiembre que si no se aprobaba el Tratado de Lisboa, lo único que quedaba era continuar con lo que indica el Tratado de Niza. O, en otras palabras, que no hay Plan B.

También habló Rönquist del trabajo sueco ante la crisis, una continuación de las acciones desarrolladas durante las presidencias francesa y checa de la UE. Suecia, dijo el Embajador, ha incidido mucho en conseguir una voz única europea, algo que se consiguió antes de la última reunión del G20 en Pittsburgh (Estados Unidos) los pasados 24 y 25 de septiembre.

Además, también se ha trabajado para preparar la estrategia de salida de la crisis de los estados miembro de la UE, con el objetivo de que todos cumplan las condiciones del Pacto de Estabilidad. De momento, lo que queda claro, dijo Rönquist, es que el sector financiero sabe que el quehacer a favor de beneficios cortoplacistas lleva a situaciones límite demostradas con la crisis mundial. En ello, dijo el Embajador, cabe considerar la validez del modelo bancario español.

En el ámbito económico, los asistentes se interesaron por la entrada de Suecia al sistema Euro. Anders Rönquist confirmó que Suecia quiere estar en todos los ámbitos de la UE, y uno de ellos es la zona Euro. La población sueca, a diferencia del referéndum de 2003, ahora entiende que se debe integrar a la moneda europea.

También habló el embajador de la política por la región del Mar Báltico, algo que puede asemejarse a la Unión para el Mediterraneo recientemente aprobada. La diferencia es que todos los países ribereños del Bático, excepto Rusia, son miembros de la UE. La política regional exitosa entre Suecia y Dinamarca, dijo Rönquist, quiere ampliarse ahora a la ribera del báltico, con políticas y retos comunes para una mejor cooperación y competitividad.

Cambio climático y economía

La presidencia sueca ha trabajado en conseguir que la lucha por el cambio climático y la salida de la crisis puedan ir perfectamente de la mano. De hecho, en estos momentos se está hablando de una revolución tecnológica y de infraestructuras necesaria para reducir las emisiones de CO2. Los países que ahora se adapten a los retos de una economía verde y eco-eficiente saldrán ganando económicamente porque, como confirmó el Embajador, el ejemplo de Suecia demuestra que es posible crecer económicamente y reducir las emisiones de CO2.

En este sentido, y ante la Cumbre de Copenhague del próximo mes de diciembre para acordar un nuevo Protocolo de Kyoto, las posiciones de Estados Unidos, China e India son muy favorables y bastantes próximas a las de la UE. Anders Rönquist cree que las energías renovables cada vez reducirán más su coste, por lo que se deben tener muy en cuenta. Cada vez hay más conciencia de que los que producen sin respetar el medio ambiente, dijo Rönquist, deben pagar más sin que ello se revierta en el precio que paga el consumidor de electricidad.

En cuanto a la próxima presidencia española de la UE, el Embajador de Suecia cedió la palabra al secretario general para la UE del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Angel Navarro, presente entre los invitados. Navarro recordó que España trabajará en unas prioridades a medio plazo referentes a la crisis financiera, la nueva política exterior en el marco del Tratado de Lisboa, aspectos medioambientales y de cambio climático posteriores a la Cumbre de Copenhague y una revisión de la estrategia de Lisboa de 2000 para los próximos diez años. En la relación con la presidencia sueca, Navarro recordó que Suecia y España comparten posiciones en el principio de innovación, el cual va más allá de la tecnología, y en el principio de igualdad. En un mundo globalizado, la igualdad y mayor integración  són temas que deben tenerse en cuenta.

El acto fue presentado por el presidente del Comité Español de la LECE, Carles Gasòliba, y moderado por el periodista Valentí Puig.

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