3 marzo, 2009

Almuerzo-Coloquio con Guillem López Casanovas, Consejero del Banco de España (Madrid): Las políticas sociales en España deben ahora analizar mejor la financiación, equilibrar el exceso de universalismo y potenciar políticas activas de empleo

Cuando se piensa en políticas sociales se deben moderar los discursos de aumento de gasto si no se tiene claro el origen de los ingresos, y más aún si la tendencia de la fiscalidad internacional tiende a ser regresiva. También es importante potenciar la redistribución selectiva más que un universalismo extremo. A su vez, una política activa de empleo suele tener efectos similares socialmente hablando que las ayudas con prestaciones monetarias o en especie. Estos son los puntos de vista que el Consejero del Banco de España, Guillem López Casanovas, expuso en el almuerzo-coloquio del Comité Español de la LECE celebrado en Madrid el pasado jueves 26 de febrero.

Actualmente existen dos visiones sobre si el Estado del Bienestar es un problema o una solución a la crisis actual. Por un lado, recordó el Consejero del Banco de España, Guillem López Casanovas, está el punto de vista que considera que el Estado está en estos momentos para acompañar a los que más van a sufrir con el deterioro de la renta monetaria, ayudándoles mediante prestaciones económicas y en especie. Por otro lado, están los que consideran que el Estado del Bienestar es parte del problema, porque las políticas más centradas en el ‘wellfare’ en lugar del ‘workfare’ minan los incentivos y no ayudan al despegue que el país necesita.

A partir de los modelos de de política social elaborados por Joseph Stiglitz -anglosajón, nórdico, continental y mediterráneo-, López Casanovas los reescribe en clave española para detectar los problemas actuales. En este sentido, durante el almuerzo-coloquio del Comité Español de la LECE celebrado en Madrid, el Consejero del Banco de España destacó que considera que la política social en España ignora los problemas de financiación, que las políticas de gasto deben reorientarse hacia objetivos que tengan en cuenta las circunstancias de los beneficiarios en lugar del universalismo, y que las políticas activas de trabajo tienen igual repercusión como política social que las acciones clásicas del Estado del Bienestar.

Financiación del gasto

Sobre la falta de consideración hacia la financiación en las políticas de gasto, López Casanovas cree que en políticas sociales es poco correcto hacer discursos de incremento de recursos sin saber el origen de la financiación de esos desembolsos. Como ejemplo, el invitado puso el de la fallida previsión de que la creación de más de 270.000 puestos de trabajo con la aplicación de la Ley de Dependencia se financiarían dos tercios del coste de dicho programa. De hecho, Casanovas cree que olvidar los modos de financiación frente al gasto demuestra bastante desconexión cuando la disposición a pagar no cuenta, buscando los ingresos principalmente por el aumento de la presión fiscal. Si a ello se le suma que la tendencia fiscal internacional es regresiva, afectando más a los pobres que a los ricos, es básico tener claro que lo que no se consiga de forma redistributiva por el lado del gasto se perderá por el lado de los ingresos.

El por qué de esa regresión y su necesidad , Casanovas lo expone a partir de cómo están incrementando de forma relativa los impuestos indirectos en relación con los directos. El Consejero del Banco de España confirma que en esa dualidad, la imposición indirecta es regresiva, por lo que proporcionalmente la pagan más los pobres que los ricos. En la imposición directa, las rentas de capital tienen un tratamiento mejor que las rentas del trabajo. Si a eso le añadimos que en la renta alta el peso del capital es mayor que las rentas del trabajo, parece que debe tenerse muy en cuenta que el gasto de los gobiernos sea muy redistributivo. Por lo tanto, se debe revisar el universalismo basado en que todos tienen «derecho a» independiente de su capacidad financiera. Por lo tanto, la redistribución del gasto debe ser selectivo en base a las necesidades y a los recursos que tienen los receptores de ese gasto. En el caso de la educación superior, por ejemplo, es más recomendable una beca-salario compensada por el coste de oportunidad de los estudiantes que más necesidad tienen, en lugar de buscar la equidad con tasas bajas de acceso a la universidad, las cuales tan solo cubren el 20% del gasto en educación superior y que se ofrece como beca indiscriminada a cualquier estudiante, aunque sea repetidor o lleve muchos más años de los naturales en la universidad.

Desigualdad y Estado Social

López Casanovas tambien hizo referencia a las preocupaciones por la desigualdad en el marco del Estado Social y la crisis actual. Los que miran la desigualdad según el ‘ratio’ entre los que están mejor y los que están peor, y más aún ahora que estamos globalizados, la política social debe preocupar-se para subsanarlo. En cambio, los que aplican la regla del ‘maxim-in’, basada en mejorar siempre al que esté peor para que, una vez ha cambiado la situación, esté mejor que antes, las políticas de creación de empleo son igual de decisivas para reducir la desigualdad que las mismas políticas sociales. Además, esto es importante porque significa que tener un gasto social en términos de PIB alto no es ningún éxito de una política pública. Ese gasto social puede ser perfectamente alto por un deterioro del PIB, o porque las cosas van tan mal que el subsidio de paro es alto, las pensiones de jubilaciones prematuras son altas, por lo que el numerador del cálculo se dispara.

Siguiendo en el ámbito de la desigualdad, López Casanovas remarcó que actualmente los pobres que hoy emergen en nuestro país son los jóvenes que no han entrado en el mercado de trabajo, los parados de larga duración y los niños, un tipo de pobre nuevo. También hizo referencia al desprestigio de los copagos en España. En este sentido resaltó la validez de los copagos sobre servicios evitables como contribuyentes a la equidad. Un copago sobre servicio evitable sería por ejemplo, aquél que se aplica sobre un producto farmacéutico de marca, con precio superior al precio de referencia que tiene un genérico.

A su vez, recordó que cabe estar atentos a las desigualdades provenientes de la descapitalización generada por la pérdida de trabajo. En este sentido, hay ejemplos de puestos de trabajo ocupados hasta por mayores de 55 años que han estado en el paro, y que prefieren reducir su salario anterior y, a su vez, confluir con jóvenes que son capaces de cobrar ese sueldo.

Por lo tanto, para afrontar el paro se debe poner el foco en los beneficios que generan las políticas de formación, para no eternizar el problema. Como colofón, López Casanovas recordó que en el caso de las sociedades muy desarrolladas, y España estaría ya en este nivel, el gasto público cubre elementos de gran necesidad objetiva, pero lo demás, como situaciones de dependencia leves o moderadas, llegan a tal situación de subjetividad, que lo normal es que se cubran por la financiación privada.

El acto fue moderado por el director del diario Expansión, Iñaqui Garay, y presentado por el presidente del Comité Español de la LECE, Carles Gasòliba.

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