8 abril, 2021

Estados Unidos vuelve a mirar a la Unión Europea, sin olvidar la lucha con China por la hegemonía mundial

El nuevo presidente de los Estados Unidos (EE.UU.), Joe Biden, y su administración quieren recuperar la alianza con Europa lastrada por el ex-presidente Donald Trump. Aún así, en los EE.UU. sigue vigente la tendencia ‘trumpista’, por lo que será complejo para el Gobierno Biden avanzar mucho en las nuevas relaciones transatlánticas. Además, los norteamericanos se centran ahora en evitar el poder hegemónico de China.

En el último Webinar del Comité Español de la LECE del pasado 6 de abril, el asociado del GeoEconomics Center, Antonio de Lecea, hizo una pormenorizada fotografía de las relaciones euro-atlánticas. Aquí puede descargarse la presentación.

Es cierto que la nueva administración de Joe Biden sintoniza más con la UE. También es cierto que su mensaje de ‘Buy America’ -en favor de las empresas americanas- no dista mucho del mensaje ‘America First’ de Donald Trump. De todos modos, las relaciones euro-atlánticas tienen oportunidades en los ámbitos del comercio, el clima y la energía -Biden ha recuperado el Pacto de París- y en la digitalización. Esos dos últimos temas son las prioridades de la nueva agenda de la Comisión Europea.

Esas oportunidades, indicó Antonio de Lecea, deberán superar tensiones. La primera de ellas es China. El foco mundial para EE.UU. es China, no como competidor comercial sino como competidor estratégico. La segunda tensión puede venir de la protección de datos. En los EE.UU. hay menos protección que en la UE, donde se marca muy en corto a todas las tecnológicas norteamericanas que gestionan datos. También habrá tensiones en temas de regulación financiera e impositivas como el impuesto digital. Además, está el papel que jugará ahora el Reino Unido y cómo los EE.UU. priorizan o equilibran sus relaciones con ese territorio y la UE.

Antonio de Lecea recordó que esa realidad actual de las relaciones euro-atlánticas no han salido de la nada. Aunque la liquidación que quiso hacer Donald Trump con Europa fuese tan visible, tampoco había una elevada confianza en el continente europeo desde los EE.UU. entes de 2017. Durante la época de Obama, se veía a Europa en decadencia y en crisis permanente. No la veían ni como parte del problema ni de la solución. En ese momento, Asia empezaba ya a activarse definitivamente.

Con Donald Trump se paró casi todo con la UE. No interesaba para nada el multilateralismo. Rompió cualquier convergencia política con el Cambio Climático, y modificó las políticas con Rusia, Irán y China.

El fin del Gobierno de Trump puede, pues, generar cambios. Pero la «música celestial», como dijo de Lecea, del discurso de Biden hacia la UE tendrá frenos. La población y el Congreso de los EE.UU. están divididos. La población americana quiere proteger el empleo y protegerse de la pandemia. er los promotores de la democracia al resto del mundo es ya un tema que está al final de sus prioridades. Hay oportunidades euro-atlánticas. Su llegada será pausada.

El acto fue presentado y moderado por el presidente del Comité Español de la LECE, Francesc Homs i Ferret.

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