13 maig, 2016

Conferencia de Román Escolano, Vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones: Las operaciones del Plan Junker son operaciones del BEI. Ahora se asume más riesgo para facilitar la inversión.

El Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas (EFSI), conocido como Plan Junker, incluye una nueva forma de asignar recursos para potenciar la inversión. Se enfoca como garantía. El papel del Banco Europeo de Inversiones (BEI) es movilizar los 315 billones de euros destinados, con operaciones de financiación y de atracción de inversiones del sector privado. El vicepresidente del BEI, Román Escolano, resaltó estos y otros aspectos en la Conferencia organizada por el Comité Español de la LECE, Barcelona Centre Financer Europeu y la Borsa de Barcelona el pasado 12 de mayo en la Ciudad Condal.

El BEI es el banco más grande del mundo. En 2015 dio más de 84 billones de euros en préstamos. Ahora también incluye el riesgo en la financiación de proyectos. En el EFSI, o Plan Junker, el papel del BEI es importante porque debe movilizar 315 billones de euros para relanzar la inversión en la Unión Europea. Como explicó el vicepresidente del BEI, Román Escolano, en la conferencia ofrecida en Barcelona, el gran reto del plan Junker ha sido facilitar la capacidad de riesgo. La liquidez ya no es un problema. Lo que era necesario era dar mejor cobertura al riesgo para invertir. A ello se le suma la necesidad de iniciativas de mejora del marco regulatorio y el acercar la financiación a la economía real.

Para facilitar el riesgo la forma seguida ha sido cambiar la asignación de recursos públicos. Así, el Plan Junker actúa como una garantía, y no con un conjunto de subvenciones a fondo perdido. La estructura del Plan, indicó Escolano, se basa en asignar 21 billones de euros a partir del presupuesto de la Unión Europea -fondos propiamente-, 61 billones de financiación a través del BEI y 250 billones de atracción de inversión proveniente del sector privado.

El tipo de acuerdos está en proyectos de deuda y en operaciones de equity o similares a equity. Esta última es una nueva area para el BEI. UN ejemplo es un reciente acuerdo para financiar infraestructuras con el Instituto de Crédito Oficial del estado español.

Las condiciones para cerrar las operaciones es que sean económicamente y tecnológicamente viables, y comercializables. Estas son las exigencias del sector privado para invertir o, dicho de otro modo, para que se pueda convencer al capital privado y levantar los 250 billones que se necesitan de él. Como expuso el vicepresidente del BEI, de momento, se han descartado el 80% de los proyectos presentados para ser financiados por no ser económicamente viables.

Los sectores de destino principales son las infraestructuras, la innovación, la I+D, las energías renovables, acciones para el cambio climático y directamente a proyectos de pymes. En el caso de las pymes, corresponde al 34% de la financiación, y se haría en intermediación con la banca comercial.

Este último, según Román Escolano, será uno de los temas importantes en España. De hecho, España es el país que recibe más financiación del BEI. En 2015 fueron 11,9 billones de euros, de los cuales 8 fueron a proyectos con pymes. Además, del propio Plan Junker, la primera operación que se cerró fueron 100 millones de euros con una empresa farmacéutica española. Después de un año de su aprobación, el Plan Junker ha apoyado a 220 operaciones, con 11 billones de euros del BEI de los 61 previstos.

El acto ue presentado por el presidente de la Borsa de Barcelona y vicepresidente de Barcelona Centre Financer Europeu, Joan Hortalà. La presentación del ponente fue a cargo del presidente del Comité Español de la LECE, Carles A. Gasòliba

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