7 April, 2014

Almuerzo-Coloquio LECE con el embajador de España en Rusia (1992-1997), Eugenio Bregolat: Europa y Occidente deberían haber tendido la mano a Rusia en 1989

Rusia tiene la percepción de que Europa y Occidente la han tratado con poca mano izquierda después de la caída del muro de Berlín y de la desintegración de la URSS.

 Las promesas de la no ampliación de la OTAN hacia el Este a cambio de dejar caer la estructura alrededor de la URSS no se cumplieron. Con esos precedentes, el conflicto de Ucrania, con el apoyo incondicional ruso a recuperar la zona de Crimea, era previsible. Además, Ucrania es la cuna del estado ruso. El antiguo embajador de España en Rusia, Eugenio Bregolat, expuso este y otros aspectos para entender la posición de Rusia ante Ucrania en el último Almuerzo-Coloquio del Comité Español de la LECE celebrado en Barcelona el pasado 7 de abril. 

La Unión Europea tiene ahora una oportunidad única para fortalecerse si sabe aproximarse adecuadamente a Rusia ante el conflicto de Ucrania. Es un buen momento para recuperar todo lo perdido y, a su vez, no perder el tren ante los nuevos poderes económicos. Si no, en veinte años ya estará superada por Brasil e India, además de por los Estados Unidos, China y la misma Rusia. Una visión más a largo plazo significaba haber dado en 1989 el trato a Rusia que se le dió a Alemania ante su reunificación.

En lugar de eso, los rusos se ven como los alemanes después de la I Guerra Mundial con el Tratado de Versalles. Si, además, Moscú ve una amenaza a su cuna, Ucrania, el sentimiento se hace más virulento. El que fuera embajador de España en Rusia, Eugenio Bregolat, expuso las razones emocionales y las estratégicas para explicar por qué Rusia actúa como lo hace ahora en el conflicto ucraniano, y también resaltó lo que podría haber sido y no fue en la posición europea cuando se desintegró la antigua URSS.

Acercamiento europeo

Bregolat recordó que Moscú permitió la caída del régimen comunista en Polonia, no actuó en la caída del muro de Berlín. Al entonces presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov se le había prometido que si facilitaba el proceso de reunificación alemana, la OTAN no se extendería en los antiguos países del Pacto de Varsovia y en las Repúblicas Bálticas. Al poco tiempo, recordó el Embajador, esos estados ya formaban parte de la OTAN.  Gorbachov también pedía una Casa Común Europea, con algún acuerdo en firme de colaboración. Tampoco eso se realizó.

Existen ciertas similitudes en cómo se trató a Alemania en el Tratado de Versalles después de la I Guerra Mundial. Así, Eugenio Bregolat cree que para Vladimir Putin el proceso de desintegración de la URSS no ha terminado. En Europa, la reunificación de Alemania se cerró en falso. Ahora, Rusia, con quien negocia es con los Estados Unidos. La desconfianza hacia Europa, por un lado, y la debilidad de la Unión Europea para tener una voz única en política exterior, por el otro, refuerzan esa posición. Lo que pide Moscú es que Ucrania sea un estado federal, con altas cotas de autogobierno en las distintas zonas, con el ruso como segunda lengua oficial y sin que ese estado entre a formar parte de la OTAN.

Para los rusos, quitarles Ucrania es com si les amputasen un brazo. El primer estado ruso nació en Kiev. En el argot ruso, esa zona es conocida como la Pequeña Rusia. En Ucrania hay dos países en uno. La zona oriental está muy vinculada a Rusia. La zona occidental mira más hacia occidente. Había formado parte del Imperio Austro-Húngaro. Ese sentimiento tan fuerte de los rusos hacia Ucrania como parte suya hasta pone en duda cualquier efecto de sanciones económicas de la UE hacia Rusia por su intervencionismo en el conflicto.

Estratégicamente, para Moscú es inadmisible que el puerto de Crimea pudiese ser una base naval de la OTAN. Tienen un gran temor de que el siguiente paso de una Ucrania miembro de la UE fuese su integración en la Alianza Atlántica.

Eugenio Bregolat considera que el conflicto en Ucrania es una oportunidad para la Unión Europea para dialogar con Rusia, y reforzar su camino hacia una unión política real. De momento, la única esperanza para hacer fuerte a la UE en el contexto global es que la unidad económica y fiscal conduzcan, al final del camino, a una lógica unión política. Si no es así, en veinte años los países miembro de la Unión estarán claramente superados no sólo por los Estados Unidos, Rusia o Xina, sino que se habrán unido también la India y Brasil.

El acto fue presentado y moderado por el presidente del Comité Español de la LECE, Carles A. Gasòliba. Lo co-presidió el tesorero de la Junta de Gobierno del Círculo Ecuestre, Antonio Gámiz.

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