La situación económica actual en Italia es similar a la de España, con la diferencia de que no se están haciendo las reformas que aquí se han llevado a cabo. Ello no impide que las relaciones entre ambos países esten en un momento bastante dulce. El Embajador de España en Italia, Javier Elorza, recordó que aún y el largo estancamiento de la economía italiana, el país ha mantenido el optimismo y se mueve para dar una vuelta a esa situación.

Uno de los aspectos que valoran de España es la estabilidad gubernamental, con la consecuente capacidad y valentía para hacer las reformas necesarias. Aunque los últimos acontecimientos han llevado a otro cambio importante en el gobierno italiano  -la dimisión del primer ministro Enrico Letta-, se está trabajando en una  ley electoral que facilite mayorías estables.

El Embajador incidió en la mayor apertura española hacia la inversión extranjera. A eso se le debe sumar que el sector exterior italiano ha perdido empuje. Las empresas italianas han potenciado mucho la exportación hasta el último año.

Italia tiene también una fiscalidad muy fuerte. Ello afecta en el coste del trabajo por unidad de producto, que está por encima de la media de la OCDE. En cuanto al sector bancario, en el país transalpino están tomando nota de la política financiera ante la resolución de la crisis en España.

De una visión de España como país advenedizo que había llegado tarde al modelo europeo, se ha pasado a considerarlo un estado más liberal y con más valentía para diseñar e implementar cambios.

El acto, realizado en colaboración con el Círculo Ecuestre de Barcelona, contó también con la presencia del cónsul de Italia en Barcelona, Stefano Nicoletti. La presentación la llevó a cabo el presidente del Comité Español de la LECE, Carles A. Gasòliba.