Estas fueron las lineas generales del mensaje que dio el director de la DG de Asuntos Económicos y Financieros de la Comisión Europea, Carlos Martínez-Mongay, en la Conferencia organizada por el Comité Español de la LECE, Barcelona Centre Financer Europeu y la Borsa de Barcelona el pasado 15 de febrero en la Ciudad Condal.

Si partimos de los datos, la Comisión prevé para la zona euro un crecimiento del 1,7% en 2016, una reducción del déficit público al -1,9%, una mejora en el consumo interno, en las inversiones a empresas y en el gasto público. La renta per capita está en la senda de llegar a los niveles de 2007, pero eso será en 2017. España crecerá más, el 2,8%, pero aún habrá problemas de desempleo y las cuentas públicas estarían en el 3,6%, con lo que rebasarán el límite que marca el Pacto de Estabilidad. En cuanto a renta per capita, España tampoco tendrá los niveles de países como Alemania. Si   hablamos del entorno, Europa ya sufre menos ante la ralentización de la economía global. Pero los riesgos se deben tener en cuenta, y mucho.

El director de la DG de Asuntos Económicos y Financieros de la Comisión Europea,Carlos Martínez-Mongay, indicó que desde la Comisión se considera que puede haber una importante incertidumbre según cómo se comporte el entorno. Lo primero es el impacto negativo de las economías emergentes y el freno en el crecimiento de China. El petróleo es otro ámbito a considerar. Si los precios del barril, dijo Martínez-Mongay, se recuperan rápido será un freno para el crecimiento de la economía europea. Las tensiones geopolíticas también cabe considerarlas. Además, se deberá visualizar el impacto de las políticas de la Unión Europea (UE) en materia de migración, terrorismo y reformas estructurales.

Europa, zona euro y contexto internacional

En la misma presentación de las previsiones de invierno de la Comisión, Martínez-Mongay remarcó que la recuperación actual en Europa es más lenta de las que ha habido después de una recesión. Aunque España, Alemania y Francia han cumplido lo previsto, Italia ha crecido menos de lo esperado, y Grecia seguirá en recesión en 2016 para cambiar hacia el alza en 2017. También es cierto que se recupera el consumo privado, con unos tipos de interés que seguirán siendo bajos. Además, habrá menos presiones fiscales, con efectos positivos a familias y empresas. La construcción empieza a repuntar.

La demanda pública ya comienza a tener fuerza, sobretodo por el flujo migratorio hacia el centro y el norte de Europa. La inversión en empresas, sobretodo en equipos, crecerá a corto medio-plazo. De hecho, en Europa los costes financieros para las empresas están cayendo, y España es uno de los países que más se han beneficiado.

En el contexto internacional, la zona euro se verá menos afectada por la ralentización del crecimiento global. Ahora la zona euro es menos sensible a los efectos externos, por el aumento del comercio intracomunitario. Como recordó el Director de la DG de Asuntos Económicos y Financieros de la Comisión, el crecimiento global ha subido en cuatro puntos en relación a 2015, y se prevé que suba a un 3,9 en 2017. Es un crecimiento lento. Principalmente por la reducción del comercio global.

El aumento en 2017 se prevé por la subida de las importaciones en China, porque Rusia y Brasil dejarán de ser un lastre y por el mantenimiento de las economías consolidadas. En China se confirma la recesión en los sectores industrial e internacional. Habrá una ralentización en el resto de Asia. Los países emergentes ya han tocado fondo, y se prevé una normalización monetaria en los Estados Unidos. En este sentido, el dólar tendrá un pequeño refuerzo en relación al euro, sin llegar a la paridad.

El acto fue presentado por el presidente de la Borsa de Barcelona y vicepresidente de Barcelona Centre Financer Europeu, Joan Hortalà. La presentación del ponente fue a cargo del presidente del Comité Español de la LECE, Carles A. Gasòliba.

**Se adjunta el documento presentado por el invitado. Consulte aquí